Anteriormente la gerencia se
veía afectada por una visión mecánica en la cual se hacía énfasis en las
relaciones de los elementos de la organización de forma piramidal. Es decir, no
sólo era importante establecer las jerarquías sino que también se le daba
importancia a la toma de decisiones en la cúspide de la pirámide, y la
comunicación era totalmente descendente. En vista de ello no se tomaba en
cuenta el trabajo en equipo lo cual conllevaba a que la gerencia fuese
centralizada y burocrática, y por lo tanto fuese estática.
Sin
embargo ese enfoque ha sido modificado con el paso del tiempo y actualmente se
ve la gerencia de una forma más horizontal, donde la toma de decisiones sigue
siendo realizada por los gerentes, pero se toman en cuenta las influencias de
los subordinados. En este sentido los subordinados son más escuchados y
estudiados para la obtención de los objetivos de la empresa que también debe
tomar en cuenta el bienestar de sus trabajadores.
La
visión sistémica dentro de las organizaciones a diferencia de la visión
mecánica, crece y se modifica conjuntamente con su entorno, por lo cual la
organización deja de ser una organización estancada; se vuelve parte del
entorno y por lo tanto se compromete con la sociedad en la que se desarrolla.
Por otra parte busca la unión de todos los elementos de la organización desde
los altos cargos hasta los cargos más subordinados, pues entiende que las
organizaciones son sistemas y todos los elementos son interdependientes y
necesarios.
Al
hacer una inclusión más profunda de los elementos de la empresa se crea un
mayor compromiso con la misma: se proyecta una mayor identidad y valores,
además de que el empleado no realiza las tareas por mera obligación sino que se
desarrolla en él un sentimiento de pertenencia con la empresa, es decir, se
crea una visión compartida. Esto conlleva a que el ambiente laboral sea más
ameno y que los objetivos de la organización se logren de manera más eficiente.
No
sólo es importante tomar más en cuenta los subordinados; es también de suma
importancia que la gerencia tome en cuenta la delegación de funciones y la
gestión de prioridades. Para ello se debe hacer una capacitación más exhaustiva
del personal subordinado para que la toma de decisiones sea menos complicada y
tome menos tiempo. Se deben descartar las actividades que no son tan
importantes o delegarlas a los subordinados previamente capacitados para
realizarlas. En este sentido se invita la practicidad en la toma de decisiones
y se conlleva a que los altos cargos se enfoquen en las tareas más importantes
y delicadas.
Por
otra parte para proyectar una visión compartida exitosa se debe demostrar una
gestión en la que el empleado obtenga reconocimientos y motivación. Siempre es
necesario que cada cierto tiempo se realice una evaluación del desempeño del
empleado y una retroalimentación para así motivar a corregir las fallas del
mismo, evaluar qué tan comprometido está con la organización así como también
reconocer los logros obtenidos.
Al
hablar de reconocimiento no necesariamente se toma en cuenta el reconocimiento
monetario. Hay muchas formas de reconocimiento tales como crear eventos
recreativos para el empleado en donde se tome en cuenta la familia del mismo.
Asimismo se pueden desarrollar actividades de relajación y manejo del distrés
en las que el empleado pueda aliviar su carga de distrés laboral.
Con
lo antes expuesto no se intenta decir que los empleados tienen menos
responsabilidades. Por el contrario, se debe alcanzar un mayor nivel de
exigencia puesto que los empleados tendrán más compromiso con la empresa, y en
vista de que la comunicación es más horizontal, cada elemento de la
organización como parte de un sistema tendrá el derecho a influir sobre la toma
de decisiones de acuerdo a sus experiencias.
En
algunos casos se presentan situaciones en las cuales los empleados están más
informados que la gerencia sobre las actividades diarias de la organización y
sobre el funcionamiento de la misma. En este caso la gerencia se aplica de una
manera más horizontal puesto que el gerente llega a desarrollar confianza en
sus subordinados al punto de permitirles tomar decisiones en situaciones que no
representan un caso tan delicado.
Como
opinión personal, uno de los factores de éxito en una organización es cuando en
la misma hay una fuerte motivación por parte de los empleados, los cuales se
identifican con la organización y promueven sus valores y fortalezas casi de
manera inconsciente, es decir, cuando la gerencia logra que los empleados
actúen en base a los valores de la organización y profundicen su misión y
visión sin que esto parezca impuesto.
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